tenerlos guardaditos aquí dentro, un hojita seca con palabras secretas, un zancudo atrapado cerca del mar, la mentira amarga del primer beso, un paseo por el centro. no sé cómo hacer para volver a mi misma, para reencontrarme y juntar todos esos pedacitos de mi que se quedaron. me rompí en tantas partes por quedarme un poco en todos lados que ahora estoy reducida a una pelucita ínfima, cuando debería estar entera para abrazarte y no pensar en nada mas que en el abrazo, para concentrarme en nada más que ahora, pero en vez de eso vivo todo lo que ya viví, cada día encuentro el cofre bajo el árbol, y cada día la tormenta vuelve a inundarme, la vergüenza de cada error, de cada mentira, cada ventana fría y cada noche insomne están todos los días acá adentro o afuera, ya no sé. en el cuarto de los espejos ya no sé dónde estoy, pero en cada espejo roto me voy un poco, las sombras desaparecen cuando ya no hay luz o cuando hay demasiada, y yo de verdad ya no sé qué hacer, ya no sé que sentir, cómo sentir, qué es esto que lleva tanto tiempo acá dentro y ocupa más espacio cada vez que me quedo un poco atrás, raíces profundas de quién sabe qué cosa, un nudo interminable, perderse cada vez más pero que la tormenta nunca calme, buscar una y otra vez con el mismo resultado. mis demonios no permiten que deje de recordar(te) y no me permiten volver [y ni siquiera permiten que termine de escribir y últimamente dejo todo inconcl]
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